La Economía Política clásica es incapaz de atender a las transformaciones que se operan en el paradigma económico (valorización del capital, nueva división del trabajo, rendimientos decrecientes vs. rendimientos crecientes, coste de reproducción, escasez de recursos, etc.) y no desarrolla una teoría del sujeto creador y de la herramienta de producción que supone su cerebro. Es por ello que, frente a la importancia creciente del conocimiento en el modo de desarrollo y las consecuencias derivadas de ello, nuestra apuesta es por enriquecer la Economía Política del Conocimiento con las aportaciones de las teorías sobre el capitalismo cognitivo, ampliando su objeto de estudio hacia “la producción industrial de las mentes y los cuerpos en el trabajo humano […] y el problema estratégico del conocimiento en la valorización y reproducción de la vida social y humana y los sistemas de reproducción sociocultural” (Bolaño, Mastrini & Sierra, 2005, p. 28).
